Cuando encuentras una vivienda que te gusta, la emoción suele ir por delante de los números. Esto es normal y nos sucede a todos. Pero entre lo que el vendedor pide y lo que el inmueble realmente vale puede haber una diferencia importante.
Esa distancia tiene nombre: precio de oferta ≠ valor de mercado.
Y conocerla puede marcar la diferencia entre una buena compra o pagar miles de euros de más.

Precio de oferta: lo que el vendedor quiere
El precio de oferta es, en esencia, una expectativa.
Suele reflejar cuánto cree el propietario que vale su vivienda o cuánto quiere obtener por ella. Podemos decir que es una apreciación subjetiva.
Pero está influido por factores que poco tienen que ver con el mercado real:
- el apego emocional (“yo aquí crié a mis hijos”),
- el precio al que vendió un vecino,
- el coste de las reformas,
- o incluso lo que necesita para comprarse otra casa.
Por eso, en la práctica, el precio de oferta no es un dato fiable de valor, sino un punto de partida para negociar.
Valor de mercado: lo que el inmueble realmente vale
El valor de mercado es el precio más probable por el que una vivienda podría venderse en condiciones normales de oferta y demanda.
Se calcula de forma objetiva, comparando el inmueble con operaciones reales en la misma zona y ajustando por superficie, antigüedad, estado y ubicación.
En términos sencillos:
Es lo que un comprador informado estaría dispuesto a pagar y un vendedor razonable a aceptar.
Un informe profesional de valoración inmobiliaria tiene en cuenta:
- Transacciones reales y no solo anuncios.
- Evolución de precios recientes en la zona.
- Características físicas y urbanísticas.
- Situación registral y entorno de servicios.
“El valor de mercado no depende de lo que pide el vendedor, sino de lo que el mercado paga hoy”.
Cómo usar el valor de mercado para negociar
Imagina que el piso que te interesa cuesta 220.000€.
Encargas una valoración y descubres que el valor de mercado estimado es 205.000€.
Esa diferencia del 7 % puede parecer pequeña, pero son 15.000€ de ahorro potencial si negocias con argumentos sólidos.
Un informe técnico te da tres ventajas inmediatas:
- Credibilidad ante el vendedor. No discutes por gusto, presentas datos contrastados.
- Apoyo en la tasación bancaria. Si el banco valora por debajo del precio, tendrás que aportar más entrada.
- Seguridad financiera. Evitas pagar por encima del valor que el mercado reconoce.
Qué pasa si pagas por encima del valor de mercado
Comprar por encima del valor real tiene consecuencias:
- El banco no financiará el 100% del precio de compra, sino el 80% del valor de tasación.
- Tu esfuerzo hipotecario aumenta (pagas más por lo mismo).
- Tardas más en recuperar la inversión, si decides vender.
Por eso, defender tu compra empieza antes de firmar la oferta.
Saber cuánto vale la vivienda es el primer filtro para una decisión inteligente.
Por qué los compradores que valoran antes compran mejor
En Winvest lo vemos a diario: quienes llegan a negociar con una valoración profesional cierran operaciones más rápido y con mejores condiciones.
No se trata de regatear, sino de demostrar con datos lo que el mercado ya dice.
Una valoración te permite:
Ahorrar dinero y tiempo en el proceso hipotecario.
Conocer el precio justo antes de comprometerte.
Negociar desde la razón, no desde la intuición.
En definitiva, en un mercado donde los precios cambian cada trimestre, la información es poder.
El precio de oferta es solo una cifra; el valor de mercado es tu mejor herramienta para tomar decisiones con seguridad.
Si estás buscando vivienda, no des el siguiente paso sin conocer el terreno.
Un informe de valoración profesional puede ser la diferencia entre una buena compra y una mala hipoteca.





